Prólogo

Contenidos / Prefacio  / Introducción  /  Parte I  / Parte II / Parte III


Prefacio:

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CÓMO LEER ESTE LIBRO

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Han aparecido muchas antologías de las enseñanzas del Buddha en inglés, pero esta es la primera en ser organizada alrededor del conjunto de enseñanzas que el Buddha mismo señaló que formaban el corazón de su mensaje: las Alas para el Despertar (bodhi-pakkhiya-dhamma). El material está organizado en tres partes, precedidas por una larga Introducción. La Introducción intenta definir el concepto de Despertar de manera de dar un sentido claro de hacia dónde apuntan las Alas para el Despertar. Se hace esto discutiendo los relatos del Buddha de su propio Despertar, con especial atención en la manera en que el principio del kamma hábil (en Sánskrito, karma) conforma tanto el “cómo” como el “qué” del Despertar: El Buddha fue capaz de alcanzar el Despertar solo por desarrollo de kamma hábil — este es el “cómo”, su comprensión del proceso para el desarrollo de kamma hábil es lo que encendió los insights que constituyeron el Despertar — este es el “qué.”

Con este trasfondo establecido, el resto del libro se enfoca en detalle en las Alas para el Despertar a manera de un detallado análisis del “cómo.” La Parte I se enfoca en los aspectos de el principio del kamma hábil que dieron forma a la manera en que las Alas para el Despertar son formuladas. La Parte II pasa por los siete conjuntos que conforman las Alas para el Despertar mismas: los cuatro cimientos de la atención (aquí llamados los cuatro marcos de referencia), los cuatro ejercicios correctos, las cuatro bases del poder, las cinco facultades, las cinco fuerzas, los siete factores para el Despertar, y el noble camino óctuple. La Parte III reduce todos los términos de los siete conjuntos a las Cinco Facultades, y luego explica aquellas facultades en detalle. Con la quinta y última facultad, la sabiduría, el libro concluye volviendo al “qué” del Despertar, demostrando cómo la sabiduría se centra en las Alas mismas como tópicos a ser observados, de manera tal que suscitarán los insights que conducen a la liberación total.

Por ello la organización del libro es de alguna manera circular. Como en todo círculo, hay varios puntos por los que se puede ingresar al libro. Yo recomendaría dos para comenzar. El primero es leer de corrido el libro desde principio a fin, obteniendo un marco de referencia sistemático del material de las Partes I y II, que explican por qué los siete conjuntos están organizados como lo están, para luego enfocarse más en elementos individuales de los conjuntos en la Parte III. Esta manera de aproximarse al material tiene la ventaja de dar una perspectiva general del tema antes de entrar en detalles, haciendo claros el rol y el significado de los detalles desde un comienzo. Sin embargo, esta aproximación es lo inverso a lo que en realidad ocurre en la práctica. Un meditador practicante debe aprender primero a enfocarse en fenómenos individuales en sí mismos, y luego, mediante observación y experimentación, descubrir sus interrelaciones. Por esta razón algunos lectores — especialmente aquellos que encuentren las discusiones de las relaciones causales en las Partes I y II demasiado abstractas para ser de ayuda — pueden preferir saltarse la Introducción e ir directamente a las secciones A a la E de la Parte III, para familiarizarse con las enseñanzas que puedan conectar más directamente con su propia experiencia. Pueden luego volver a las Partes I y II para obtener una perspectiva más general de cómo la práctica está hecha para lidiar con esas experiencias.

Sin importar qué aproximación se tome respecto al material, has de descubrir relativamente rápido que las relaciones entre los patrones generales y los elementos individuales en las Alas son muy complejas. Esta complejidad refleja la naturaleza no lineal de las enseñanzas del Buddha acerca de las relaciones causales, y se refleja en las variadas referencias cruzadas entre las diversas partes del libro. De esta manera, la estructura del libro, en vez de ser un simple círculo, es en verdad un patrón de muchos ciclos dentro de ciclos. Así, una tercera manera de leerlo — para aquellos lo suficientemente familiarizados con el material que quieran explorar conexiones inesperadas — sería seguir las referencias cruzadas para ver dónde conducen.

Las Partes I a la III del libro están cada una dividida en secciones que consisten en pasajes traducidos de los discursos en el Canon Pali, que es aparentemente el registro más antiguo existente de las enseñanzas del Buddha. Cada sección es introducida, donde sea necesario, con un ensayo. Estos ensayos son intentos de darle un contexto — y así significado — a los pasajes, para demostrar cómo se relacionan unos con otros, con asuntos específicos de la práctica, y con el camino de la práctica como un todo. No están destinados a anticipar o responder todo asunto posible que surja de los pasajes. En vez, apuntan a dar una idea de los tipos de asuntos que pueden extraerse más fructíferamente de los pasajes, de manera que las lecciones contenidas en ellos puedan ser apropiadamente aplicadas a la práctica. Como el Buddha ha señalado, la actitud de la “atención apropiada” (yoniso manasikara), la habilidad de enfocarse en los asuntos correctos, es una de las habilidades más importantes a desarrollar en el curso de la práctica. Esta habilidad es mucho más fructífera que la actitud de intentar llegar a la práctica armado de todas las respuestas correctas anticipadamente.

El contexto que los ensayos otorgan es triple: doctrinal, es decir, posicionando los pasajes dentro de la estructura de las enseñanzas del Buddha tomadas como un todo; histórico, es decir, relacionándolos con lo que se sabe de la historia intelectual y social de los tiempos del Buddha; y práctico, es decir, aplicándolos a la práctica real del camino Buddhista en el presente.

Las primeras y más importantes fuentes para el contexto doctrinal son los discursos en el Canon mismo. El Buddha y sus nobles discípulos son por lejos los guías más confiables para el significado de sus propias palabras. A menudo una enseñanza que pareciera vaga o confusa al encontrarla por si sola en un solo discurso, se hace más clara al ser vista en el contexto de varios discursos que la tratan desde una variedad de ángulos, así como es más fácil también obtener la idea de un edificio por medio de una serie de fotografías tomadas desde distintas perspectivas que de una sola fotografía. Esta manera de comprender los discursos es instructiva no solo cuando el discurso x define explícitamente un término mencionado en el discurso y, sino además cuando se mezclan pautas de imaginería y terminología en varios pasajes. Dos casos de esto: En contextos separados, los discursos comparan al sufrimiento con el fuego, y a la práctica de entrenar la mente en meditación con el arte de afinar y tocar un instrumento musical. En cada caso se aplican términos técnicos para la mente — de la física en la primera instancia, de la teoría musical en la segunda — en un gran número de contextos. Esto ayuda a comprender de dónde vienen los términos para así captar sus connotaciones y obtener una sensación intuitiva — basada en nuestra propia familiaridad con el fuego y la música — de lo que quieren decir.

En algunas instancias, he citado versiones alternativas de los discursos — tales como aquellas contenidas en el Canon Sarvastivada preservado en la traducción China — para iluminar pasajes del Pali. Aunque el Canon Sarvastivada como un todo pareciera ser posterior al Pali, no hay manera de saber si es que los discursos Sarvastivada en particular son más antiguos o nuevos que sus contrapartes en Pali, así que las comparaciones hechas entre ambos tienen la intención de ser simplemente alimento para el pensamiento.

He acudido además ocasionalmente al Pali Abhidhamma y los comentarios, que son varios siglos posteriores a los discursos. Aquí, sin embargo, he debido ser selectivo. Estos textos emplean una aproximación sistemática para interpretar los discursos que se ajusta a algunas enseñanzas mejor que a otras. Hay momentos en que una enseñanza en particular tiene un significado en términos de este sistema, y otro al ser vista en el contexto de los discursos mismos. He tomado entonces insights específicos de estos textos que parecen iluminar genuinamente el significado de los discursos, pero sin adoptar la estructura general que imponen a las enseñanzas.

Para proveer de un contexto histórico, he acudido a varias fuentes. Nuevamente, la fuente más importante aquí es el Canon Pali mismo, tanto en lo que tiene que decir explícitamente respecto al entorno social e intelectual del tiempo del Buddha, como a lo que señala implícitamente acerca de la manera en que las disciplinas intelectuales de la época del Buddha — tales como la ciencia, la matemática, y la teoría musical — ayudaron a dar forma a la manera en que el Buddha expresó su pensamiento. He acudido además a fuentes secundarias que cumplen una tarea útil en dar vida a temas presentes en el Canon Pali. Estas fuentes secundarias son citadas en la Bibliografía.

Debido a que la tradición Pali es aún una tradición viviente, los contextos doctrinal e histórico no otorgan el rango completo de significados que los Buddhistas practicantes siguen encontrando en los textos. Para proveer de esta dimensión viviente, he acudido a las enseñanzas de tradiciones modernas de práctica que parecen armonizar con el mensaje del Canon y adhieren una perspectiva iluminadora. La mayoría de estas enseñanzas vienen de la Tradición Tailandesa del Bosque, pero he acudido a otras tradiciones también. He seguido una práctica tradicional Buddhista en no identificar las fuentes para estas enseñanzas, y por dos razones: primero, le debo todo insight ofrecido en este libro al entrenamiento que he recibido de mis maestros en la Tradición del Bosque, y pareciera artificial darles crédito por algunos puntos y no por otros; segundo, existe la posibilidad de que yo haya mal entendido algunas de sus enseñanzas o las haya tomado fuera de contexto, de manera que no quiero arriesgarme a otorgarles responsabilidad por mis mal entendidos a ellos.

En el ofrecer un contexto más moderno a los pasajes presentados en este libro, sin embargo, no he tratado de interpretar las enseñanzas en términos de la psicología o sociología modernas. El mensaje del Buddha es atemporal y directo. No necesita ser traducido a las tendencias pasajeras de las disciplinas que están de muchas maneras más apartadas de las realidades de la experiencia directa, y que es muy probable que se des-actualicen. Sin embargo, hay dos disciplinas modernas a las que he acudido para ayudar a explicar algunos de los aspectos más formales del modo de hablar del Buddha y su análisis de los principios causales.

La primera disciplina es la fenomenología, la rama de la filosofía que lidia con los fenómenos como son directamente experimentados, en y por sí mismos. Existen muchas escuelas de fenomenología moderna, y no es mi propósito intentar igualar las enseñanzas del Buddha con ninguna de ellas. Sin embargo, el Buddha sí recomienda un modo de percepción que llama “entrada en el vacío (suññata)» [ver. MN 121], en el que uno  simplemente nota la presencia o ausencia de fenómenos, sin hacer más suposiciones acerca de ellos. Esta aproximación se asemeja en la filosofía moderna a lo que podría llamarse “fenomenología radical,” un modo de percepción que observa las experiencias y procesos simplemente como eventos, sin referencia alguna al asunto de si hay alguna “cosa” tras aquellos eventos, o si es que se puede decir que los eventos realmente existen [ver pasajes §230 y §186]. Debido a esta semejanza, la palabra “fenomenología” es útil en ayudar a explicar la fuente de las descripciones del Buddha acerca de los funcionamientos del kamma y el proceso del co-surgimiento dependiente en particular. Una vez que sabemos de dónde viene, es más fácil que sus declaraciones nos hagan sentido y usarlas en el contexto adecuado.

He hecho un uso similar de la ciencia moderna — la teoría del caos en particular. Hay muchos paralelos entre las teorías Buddhistas sobre la causalidad y la teoría determinista moderna del caos. Ejemplos y terminologías traídas de ésta última — como la realimentación, la invariación de la escala, y la turbulencia fluida —  son muy útiles para explicar la primera. Nuevamente, al usar estos paralelos no estoy intentando igualar las enseñanzas Buddhistas con la teoría del caos o embarcarme en pseudo-ciencias. Las tendencias en la ciencia cambian tan rápido que no le hacemos un favor a las enseñanzas del Buddha al tratar de “probarlas” a la luz de los paradigmas científicos actuales. Aquí simplemente señalo similitudes como una manera de ayudar a hacer inteligibles aquellas enseñanzas en términos modernos. La teoría determinista del caos es el único conjunto moderno de conocimiento que ha delineado un vocabulario para los patrones de conducta descritos en las explicaciones Buddhistas de la causalidad, y parece entonces una fuente natural a la cual acudir, tanto para describir aquellos patrones como para señalar algunas de sus implicancias menos obvias.

Al hacer esto, soy conciente de que corro el riesgo de alienar a los no científicos que se sienten intimidados por la terminología científica, así como también a los científicos que les molesta la aplicación de terminologías de sus disciplinas a campos “no-científicos.” A ambos grupos puedo decir solamente que los términos en y por sí mismos no son “científicos.” Mucha de nuestra terminología diaria actual para explicar relaciones causales se deriva de la ciencia del siglo dieciocho; supongo que será solo un asunto de tiempo para que la terminología de la ciencia más reciente se cuele al lenguaje cotidiano. Para el propósito de este libro, es importante señalar que cuando el Buddha habló de la causalidad, su noción de las relaciones causales no correspondía a nuestra imagen ordinaria y lineal de cadenas causales. Si este punto no es comprendido, la tendencia común es la de juzgar las descripciones del Buddha acerca de la causalidad en contraste con la nuestra y encontrarlas o bien confusas o confundidas. Viéndolas a la luz de la teoría determinista del caos, sin embargo, nos ayuda a ver que ambas son coherentes y de uso práctico.

Otro ejemplo de analogía adoptada de la ciencia moderna es el término “holográfico,” que he usado para describir algunas formulaciones del camino Buddhista. Cuando se hace un holograma de un objeto, se puede hacer una imagen del objeto entero — aunque medianamente borroso — de incluso pequeños fragmentos del holograma. De igual manera, algunas formulaciones del camino contienen una versión en bruto del camino entero en cada paso individual. En mi búsqueda de un adjetivo para describir tales formulaciones, “holográfico” parecía la mejor opción.

Si estás poco familiarizado con la terminología de la fenomenología, la teoría del caos, y los hologramas, lee la sección I/A, acerca de la habilidad, para hallar el contexto doctrinal en el que estos términos pueden ser relacionados con una experiencia inmediata: el proceso de desarrollar una habilidad. La aproximación de la fenomenología relata el hecho de que, en la noche de su Despertar, el Buddha enfocó su atención directamente al proceso mental de desarrollar estados hábiles en la mente, sin referirse a quién o qué estaba desarrollando la habilidad, o si es que hubiese un sustrato de algún tipo subyacente al proceso. La teoría del caos se relaciona con los patrones de la causalidad que el Buddha discernió mientras observaba este proceso, en el que los efectos de los actos pueden a su vez volverse factores causales que influyan a nuevos actos. La holografía se relaciona con su descubrimiento de que la habilidad es desarrollada tomando grupos de cualidades buenas ya presentes en la mente y usándolas para fortalecer una a la otra a cada paso en el camino. Una vez que estos puntos familiares de referencia son entendidos, los términos abstractos que los describen debiesen volverse menos extraños y de más ayuda.

Al proveer de contextos doctrinal, histórico y práctico basados en todas las fuentes mencionadas, los ensayos tienen el propósito de ofrecer una entrada a los horizontes y paisajes mentales de los textos a los que sirven de introducción. Su propósito además es sugerir cómo pueden ser usados los textos en la intención de su propósito: ayudar a eliminar obstáculos para liberar la mente. Aunque algunos de los ensayos se refieren a cuestiones controversiales, los pasajes textuales no están dirigidos a probar los puntos señalados en los ensayos. Al montar esta antología, primero reuní y traduje los pasajes del Canon, y luego estipulé los ensayos después de contemplar lo que había reunido. Por esta razón, todo lector que no concuerde con las posturas presentadas en los ensayos debiese aún hallar útiles las traducciones para sus propios propósitos. Estoy dolorosamente conciente de que algunos de los ensayos, especialmente aquellos en la Parte I, tienden a sobre valorar al material al cual están designados a introducir, pero esto es porque los temas en la Parte I juegan un rol dominante en las enseñanzas del Buddha como un todo. Tuve entonces que lidiar con ellos en considerable detalle para señalar cómo se relacionan no solo con los pasajes en la Parte I, sino también con los temas sugeridos en el resto del libro.

Aunque los ensayos debiesen por lejos ir en pos de familiarizar al lector con el mundo conceptual y la relevancia de los pasajes textuales, hay otros aspectos de los pasajes que podrían ser abrumadores para el no iniciado, de manera que me gustaría lidiar con ellos aquí.

Para comenzar, las enseñanzas sobre las Alas para el Despertar se interrelacionan en maneras muy complejas. Debido a que los libros deben ser organizados en secuencia lineal, tomando en orden una cosa por vez, esto quiere decir que no hay libro que pueda hacer justicia a todas las avenidas laterales y pasajes subterráneos que conectan a los elementos en un conjunto de enseñanzas con los de otro. Por esta razón, he organizado el material en línea con el orden de los conjuntos como son dados en el Canon, pero — como se menciona antes — he hecho extensivas referencias cruzadas para los lectores que quieran explorar las conexiones que quedan fuera del patrón lineal. Las referencias cruzadas están dadas en paréntesis de corchete [ ], y adquieren tres formas. Un ejemplo que tiene esta apariencia — [§123] — es una referencia a un pasaje del Canon Pali traducido en este libro. Uno que tenga esta apariencia — [III/E] — es una referencia a un ensayo que introduce a una sección, en este caso la Sección E en la Parte III. Una que tenga esta apariencia — [MN 107] — es una referencia a un pasaje del Canon Pali no traducida aquí. Las abreviaciones usadas en estas últimas referencias son explicadas en la página de Abreviaciones. Muchos pasajes de esta última categoría están traducidos en mi libro, The Mind Like Fire Unbound, en cuyo caso la referencia incluirá la abreviación MFU seguida del número de página en la que el pasaje se encuentra en ese libro. Mi esperanza es que estas referencias cruzadas abrirán líneas útiles de pensamiento a quien quiera que se tome el tiempo de explorarlas.

Otra potencial dificultad para el lector no iniciado yace en el estilo de los pasajes. El Canon Pali fue, por 500 años, una tradición completamente oral. Como resultado, tiende a ser terso en ciertas áreas y repetitivo en otras. He hecho un esfuerzo por cortar tantas de las repeticiones como fuese posible, pero deberé pedir su paciencia por aquellas que permanezcan. Piensa en ellas como los estribillos de una pieza de música. Además, cuando el Buddha se refiere a los monjes haciendo esto o aquello, ten en mente que su audiencia frecuentemente se componía por completo de monjes. Los comentarios señalan que la palabra “monje” incluye a todo aquel — hombre o mujer, laico u ordenado — que es serio respecto a la práctica, y esto debe siempre tenerse en mente. Me disculpo por la parcialidad de género en las traducciones. Aunque he intentado ingeniar maneras de minimizarla, me hallo a mí mismo bloqueado debido a que está tan completamente incrustada en una literatura originalmente dirigida a monjes.

Confío, sin embargo, que ninguna de estas dificultades será insuperable, y que encontrarás, como lo he hecho yo, que las enseñanzas del Canon Pali más que recompensan el esfuerzo puesto en explorarlas. La realidad de las Alas para el Despertar yace en las cualidades de la mente. Las palabras con las que están expresadas en el Canon Pali son simples apuntadores. Estos apuntadores deben ser probados a la luz de la práctica comprometida, pero mi convicción es que, de todos los maestros de meditación que la raza humana ha visto jamás, el Buddha es aún el mejor. Sus palabras deben ser leídas repetida y reflexivamente, y puestas a prueba en la práctica. Mi esperanza en reunir estas enseñanzas de esta manera es que te ofrecerá útiles insights para entrenar la mente de manera que algún día ya no tengas que leer acerca del Despertar, sino que serás capaz de conocerlo por tí mismo.