Siguiendo las Huellas de los Despiertos

Permitir a otros ver el ejemplo
de nuestros actos, vivir de manera que puedan ver, es mucho
mejor que enseñar usando meramente palabras.
Por lo tanto, que todos sigamos las huellas
de los Seres Despiertos juntos.

    Siguiendo las Huellas de los Despiertos

Extractos de un discurso corto escrito por Luang Por
Liem para ser leído en la apertura de la conferencia de la
Australian Sangha Association, la organización paraguas
de todas las tradiciones de monásticos que se han establecido
en Australia, incluyendo Mahayana y Vajrayana
aparte de Theravada, en Junio del 2006 (2549). 

Siam, o Tailandia, es altamente reconocida en todo el mundo por ser uno de los países donde el Buddhismo es próspero y floreciente. Esto es en parte debido a que nuestro soberano, Su Majestad el Rey, otorgase patrocinio Real a la religión nacional. Como resultado, el Buddhismo ha florecido, especialmente en áreas de estudio de conocimiento teórico y educación en el Dhamma.

Aún así, nuestro país no ha sido aún capaz de presentar al mundo un ejemplo aceptable de alguien que ha obtenido los más elevados frutos espirituales del Buddhismo. Habiendo enfatizado la difusión del conocimiento teórico, debemos aún tomar el paso siguiente en difundir la práctica del Dhamma. Si hemos logrado esto, estaremos realmente siguiendo las huellas de los ariapuggalas, los Nobles Seres Despiertos, acerca de los que hemos aprendido  y estudiado tanto. Aún tenemos que enviar uno de aquellos que ha recibido los frutos totales de la práctica para probarle al mundo que el camino del Buddhismo es capaz de extinguir el sufrimiento en los corazones de los seres – de la misma manera en que la ciencia moderna es capaz de aliviar el dolor del cuerpo.

Día a día nuestras vidas se acercan más a su fin. Por lo tanto debemos esforzarnos en seguir las huellas de los Seres Despiertos, e inclinarnos hacia los frutos superiores de la práctica Buddhista. Así cumpliremos con nuestro deber como monásticos: la obligación de abandonar todas las cosas que son obstáculos para el acabar con el sufrimiento. Desecharlas completamente. En contraste a esto, está el estilo de vida de establecerse en inmensas, grandes residencias – la vida de un dueño de hogar que necesita cuidar todas sus posesiones, y tiene muchas preocupaciones y montones de responsabilidades.

En realidad, ser un dueño de hogar o un monástico no se define por el tipo de ropa que se usa, sea de un laico o un monástico. La manera en que conducimos nuestras vidas nos define y las cualidades espirituales  que tenemos. Esto es independiente de la forma externa o de nuestro estatus especial como monásticos. Todo aquel que vive sin hogar, que no posee nada aparte de las ropas que necesita para cubrir su cuerpo, solo tiene un recipiente para tomar su alimento, y esta resuelto exclusivamente a una vida libre de sufrimiento, puede ser correctamente llamado anagarika, un “Sin Hogar” – independiente de si usa vestimenta de laico o monástico. Viniendo del corazón, los principios del Dhamma no apuntan a adquirir estatus o nada externo como algo esencial. Necesitamos mantener el Dhamma en nuestros corazones, desarrollar un recurso interno de pensamiento refinado y tener la dedicación para actuar en concordancia. Esto significa seguir las huellas de los Seres Despiertos en nuestros actos.

Si continuamos el seguir las huellas de los Seres Despiertos, eventualmente descubriremos una “ciencia de la mente”– el conocimiento espiritual que puede ser de gran beneficio para el mundo. Seremos capaces de mantener este estilo de vida con dignidad en su forma original, de llevarlo a Occidente y crear algo útil para el mundo. De hecho, el mundo tiene sed tremenda de verdad y felicidad. ¿Vamos a recostarnos, esperando que nuestros hábitos cambien solos, o vamos a intentar y a hacer lo que puede hacerse con fortaleza y esfuerzo humanos, de la manera en que el Buddha nos enseñó?

Si estudiar Buddhismo mediante libros  fuese todo lo que necesitáramos hacer, llevar la Vida Sagrada de un monástico Buddhista no será nada muy profundo. Sin embargo, estudiar los libros con la motivación de encontrar una vía fuera del sufrimiento parece meritorio. Pero si nuestra motivación primera para estudiar está basada en ambiciones de ganancia y fama, comenzamos la Vida Sagrada de manera errada y es probable que nos desviemos. Así que, ¿podemos ver el peligro en esto? ¿No es obvio, qué camino conduce al mundo, y cuál conduce más allá? ¿Cómo podemos esperar ser capaces de recoger los frutos de la “noble ciencia de las cualidades espirituales” si solo estudiamos los libros?

Nuestro maestro, el Lord Buddha, nació en la tierra desnuda bajo un árbol Sala en Lumbini. Despertó sentado en la tierra desnuda con solo un delgado colchón de pasto, bajo el árbol Bodhi en Bodhgaya. Entró al nibbana final recostado en la tierra desnuda, bajo un árbol Sala, meramente con su túnica exterior debajo. Nada más que eso. Toda su vida el Buddha la pasó en la tierra y bajo árboles. Esto nos dice cuán retirada era la vida del Buddha. No se involucró en usar residencias extravagantes. Que haya sido capaz de comprender la verdad del mundo de la mente se debe justamente a este residir en retiro. Si nunca hemos hecho un intento honesto de vivir en lugares en retiro, no debemos asumir que carecemos de la oportunidad de cultivar las maravillosas cualidades que el Buddha enseñó. Debemos cortar las cadenas en nuestros corazones que nos atan a buscar compañía, entretenimiento y una vida de placer. Hemos de mantener que es un honor frecuentar los tipos de lugares en retiro que el Buddha mismo usó con grandes resultados y nos recomendó a todos. Y hemos de tener el ser Samanas del clan Sakya como un honor, mediante nuestra determinación de todo corazón a actuar con honestidad hacia nosotros mismos y hacia otras personas. Entonces llegaremos a los frutos de esta noble ciencia de la mente, una verdad inalterable. Nuestros corazones se liberarán, de la esclavitud a todo en el mundo. Experimentaremos un poder superior al de las ciencias del mundo físico – un poder que es capaz de llevar al mundo a duradera paz y equilibrio. ¿No es acaso la constante carencia, hambre y sed por el mundo excitada por las tentaciones, y estimulaciones que la ciencia moderna constantemente inventa unas tras otras?

Constantemente la ciencia moderna provoca que las personas sufran de variadas maneras debido a que se mantiene estimulando el deseo por más y más sin conocer final. Tal como cuando alguien está en verdad repleto después de comer, pero aún viene algo que le gusta aún más y lo tienta. Al tomarlo, experimenta sufrimiento ardiendo dentro. Los ricos y pobres sufren de igual manera en este asunto, hasta que eventualmente adquieren gusto por esta ciencia noble, gusto por el modo de vida de los Seres Despiertos.

¿Por qué es que las personas no toman esta maravillosa medicina que puede resguardarnos de todas esas enfermedades que surgen en la mente? El sufrimiento de la mente es en realidad como una enfermedad. El deseo, siendo nunca satisfecho, nunca siendo suficiente, es el virus que lo causa. Y la paz y el retiro son la medicina que cura la enfermedad. Aquellos que llevan sus vidas de acuerdo a las prácticas de los Seres Despiertos son los que proveen a otros de la medicina, les ayudan, luego de que se han curado a sí mismos.

Así que aprendamos esta noble ciencia, la ciencia de la verdad, y ayudémonos para el más elevado beneficio y felicidad del mundo, con nosotros incluidos. Para hacer esto, necesitamos vivir nuestras vidas de una manera realmente fresca y relajante, serena, tanto externa como internamente, profundamente luminosa y radiante, representando un símbolo de serenidad y tranquilidad para otros. Seremos un ejemplo para aquellos seres humanos que experimentan sufrimiento pesando fuertemente en sus corazones, cuyos ojos están embotados y oscurecidos debido a la consumición interna por los fuegos de la avidez, la aversión y la frustración de nuestros deseos. Solo representar externamente la forma de una Samana, pero internamente estar lleno de pensamientos de lujuria y ansia como los laicos, no seremos capaces de dar al mundo un ejemplo. Seremos como los ciegos conduciendo a los ciegos.

Debemos crear tanto beneficio para otros como sea posible con nuestra conducta ejemplar, aún cuando no habrá recompensa por ello. Mediante el poder de nuestra amabilidad, otras personas desarrollarán amistad unos con otros también.  Debemos enseñarle al mundo sacrificando nuestra propia felicidad, dando un ejemplo de cómo uno puede vivir usando solo las necesidades esenciales. Podemos recolectar lo que hemos guardado absteniéndonos de lujos y usarlo por el beneficio y felicidad de aquellos que aún sufren.

A través de la historia, en cualquier día y era, un ser completamente despierto, un arahant, nunca pasaría su vida en la pereza ni tomaría ventaja de otras personas escondiéndose de la sociedad para buscar meramente su propia felicidad. En verdad, el arahant meramente espera oportunidades para dar a otros el ejemplo de una persona realmente feliz. Todo el tiempo, toda su vida, el arahant es un modelo de fortaleza paciente, fuerza decidida y esfuerzo diligente, incluso para personas que aspiran solo al éxito mundano.

Observen los procesos de convertirse en un arahant. Comienza con tomar la misma determinación que el Buddha mismo tomó:

 “Bhikkhus, todos ustedes deben poner en marcha un esfuerzo decidido
en sus mentes: “Aún si mi sangre y carne se secan totalmente y
solo huesos y ligamentos quedasen, y aún no he alcanzado los
frutos alcanzables mediante fortaleza y ejercicio de energía por
los seres humanos, no detendré este esfuerzo mío.”

 Esta resolución demuestra que las personas deben ser enseñadas a ser capaces de soportar y resistir cosas, firmemente, implacablemente y continuamente. Aquellos que han alcanzado la arahant-eidad siempre seguirán llevando adelante un esfuerzo por el beneficio de otros. Siguen siendo un ejemplo y enseñan a soportar pacientemente lo que la naturaleza trae, el clima caluroso o frío por ejemplo. Apuntan a perfeccionar lo que es beneficioso, apoyando solo lo esencial. Para un arahant es normal ser un ejemplo de alguien que es capaz de sostener su sonrisa en medio de todas las llamas de un fuego expandiéndose y quemándolo sin tregua.

Permitir a otros ver el ejemplo de nuestros actos, vivir de manera que puedan ver, es mucho mejor que enseñar usando meramente palabras.

Por lo tanto, que todos sigamos las huellas de los Seres Despiertos juntos. Real beneficio, felicidad, y paz surgirá en todos nosotros y en la sociedad también, en nuestro país, y en el mundo.