relaja

Relajar la tensión corporal – y por ende, mental –
será fundamental para el ejercicio.

No lo olvides!

Y tampoco te vayas al otro extremo: no te quedes pegado
relajando
relajando
relajando

(te tensarás más!)

recuerda siempre:
sigue con el ejercicio
y vuelve a habitar tu «objeto de meditación»

.