Sabiduría: Perspectiva Correcta

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H. Sabiduría: Perspectiva Correcta

(pasajes §§184-187)

Los textos definen perspectiva correcta como conocimiento respeto a las cuatro nobles verdades. La frase “respecto a,” aquí (expresada por el caso locativo en Pali), puede también significar “en términos de,” y este significado alternativo es especialmente relevante en este caso. Refleja el punto de que el conocimiento que constituye a la perspectiva correcta no es conocimiento teórico acerca de las verdades sino que es un modo de usar las verdades para categorizar toda la experiencia condicionada. Debido a que estas verdades ven la experiencia en términos de función — el cómo las cualidades mentales inhábiles y hábiles juegan un rol en la cadena causal de crear sufrimiento o llevarlo a su fin [DN 1; MFU, p. 64] — la forma correcta de ver la perspectiva correcta misma no es detenerse en su definición sino que considerarla en términos de su función y entonces ponerla en el uso para el que es.

La función de la perspectiva correcta es ver los eventos en la mente de un modo que dé paso a un sentido de desapasionamiento, conduciendo a la mente a un estado de no-creación y luego al Despertar. Hace esto enfocándose en el modo en que pasión y deseo conducen a sufrimiento y estrés. En esto, desarrolla la reacción básica de la mente ante el estrés — la búsqueda de un modo de escape del estrés [§189] — en un modo hábil de manera que esta reacción conduzca en verdad a una liberación total. Cuando la mente ve, sin su desconcierto normal, el proceso mismo mediante el cual el estrés es causado, naturalmente dejará pasar sus causas. Cuando ve la pasión con la claridad suficiente como para captarla en el acto de conducir al estrés, naturalmente desarrollará un sentido de desapasionamiento por y de desapego de esa pasión, de manera que la pueda ver simplemente como un evento mental, sin significado alguno en términos de nada más. Esto abre el camino hacia el estado de no-creación en el que a la causa del estrés se le deja cesar.

La conexión causal entre pasión y deseo por un lado, y estrés por el otro, es explicada en la fórmula estándar para el co-surgimiento dependiente para el factor de aferramiento/sustento. Un pasaje en el Canon [SN 22.121, MFU, pp. 44-45] analiza este factor en cuatro formas de pasión y deseo por los cinco agregados: aferramiento a la sensorialidad, aferramiento a preceptos y prácticas, aferramiento a perspectivas, y aferramiento a teorías respecto al sí mismo. La tercera forma de aferramiento mencionada aquí apunta a una de las paradojas de la perspectiva correcta: es una forma de perspectiva que debe soltar el apego a todas las perspectivas, incluyendo en últimas a sí misma. El pasaje §187 muestra cómo ocurre esto. Cuando se enfrenta a una variedad de perspectivas acerca del mundo y el sí mismo, la perspectiva correcta ve a las perspectivas no en términos de su contenido, sino simplemente como eventos en la mente, en y por sí mismos. Las ve como parte de una cadena causal: fabricadas, inconstantes, estresantes, y por ende no-sí-mismo, no dignas de apego. De esta manera vuelve a la mente desapasionada de todas las perspectivas: desapasionada hacia los términos que usan, desapasionada hacia sus clamores de verdad. La perspectiva correcta entonces se vuelca hacia sí misma como parte de una cadena causal similar. Esto suelta todo sentido de apego incluso por la perspectiva correcta de manera que la mente puede ver a la perspectiva simplemente como un evento: “hay esto.” Esta entrada en el modo perceptual de vacío conduce directo al “escape más elevado” — el estado de no-creación — que entonces se hace presente a la conciencia.

Debido a que la perspectiva correcta es la única forma de perspectiva que contiene las semillas para su propia trascendencia en esta manera, es la única forma de conocer qué es lo suficientemente hábil como para llevar al Despertar. El Canon no da cabida a ningún “medio hábil” alternativo que contradijera a la perspectiva correcta. Después de experimentar el Despertar, nos dicen los textos [SN 22.122], uno sigue haciendo uso de la perspectiva correcta, sin sentido alguno de aferramiento; como un placentero estar para la mente y para la atención y alerta, similar a que uno haría uso de jhana para el mismo propósito [III/E]. Este proceso de trascender la perspectiva correcta inclusive a medida que uno hace uso de ella muestra que el no-apego a perspectivas no quiere decir agnosticismo o una apertura a todas las perspectivas. Sino, el no-apego es un modo hábil de hacer uso de las facultades de discernimiento/sabiduría propias, viendo a través de la función causal de todas las perspectivas, de manera que uno pueda lograr el Despertar y luego mantener un placentero y atentamente alerta estar después que uno se ha vuelto despierto.

Los pasos en el funcionamiento de la perspectiva correcta corresponden a las tres etapas de la meditación de los marcos-de-referencia [II/B]. El primer paso, en el cual uno se enfoca en eventos en  y por sí mismos — y no en referencia a nada que puedan significar fuera del rango de la experiencia inmediata — corresponde a la primera etapa de la meditación de los marcos-de-referencia, en la que uno permanece enfocado en el cuerpo, etc., en y por sí mismo, haciando a un lado toda codicia y pesar referentes al mundo. El segundo paso de la perspectiva correcta, en el  que uno se enfoca en eventos en términos de su rol en la cadena causal — fabricados, inconstantes, estresante, y no-sí-mismo — corresponde a la segunda etapa de la meditación de los marcos-de-referencia, en la que uno permanece enfocado en el fenómeno de originamiento y pasar. El tercer paso de la perspectiva correcta, en el  que uno pasa a un modo perceptual de “entrada en el vacío,” notando simplemente, “Hay esto” — sin atraparse en el “esto”— y desde ahí a la no-creación y el Despertar. Debido a que la práctica de jhana está implicada también en estos tres pasos — estabilizando la mente en el primer paso, sensibilizándola a la causalidad en el segundo, y preveyendo la base para el quinto factor del noble reposo mental en el tercero — la atención, el reposo mental, y la sabiduría están entonces inextricablemente interrelacionados a medida que se desarrollan a lo largo del camino al Despertar.

Es importante notar que la perspectiva correcta funciona en dos marcos de tiempo: pequeño y grande. Su marco principal está en el marco pequeño, lidiando exclusivamente con el presente inmediato. A medida que se enfoca en el fenómeno de originamiento y pasar, reduce sus términos de análisis a niveles más y  más básicos hasta llegar al punto en que ve incluso tan simples categorías como “ser” y “no-ser” como externo, inapropiado, e irrelevante al simple flujo de eventos surgiendo y pasando en el presente [§186]. Como resultado, desviste todo a las categorías más básicas de la experiencia — la presencia y ausencia de estrés — sin sumarle nada más. Este modo de percepción fenomenológica, o “entrada en el vacío,” ve las cosas simplemente en términos de lo que está presente y lo que no [MN 121; MFU, pp. 82-85]. Aquí, el darse cuenta es expresado meramente como indicador a los fenómenos presentes sin contenido alguno que apuntase a algo fuera de la experiencia directa. “Hay esto,” [MN 102; MFU, pp. 81-82] «Así es la forma, así es la sensación,” [§149] etc. El nombre Pali para la condicionalidad esto/aquello,  idappaccayata, apunta al hecho de que no solo los fenómenos sino que también sus relaciones son asunto de insight inmediato, “justo aquí-y-ahora”.

Una vez que estos insights son obtenidos en el nivel de la experiencia radicalmente inmediata, uno se da cuenta de que tienen implicaciones en el marco de tiempo grande de todo el proceso de trasmigración, y la completa experiencia del cosmos también [§211-15]. El proceso de estrés surgiendo y pasando en el presente es precisamente el mismo proceso que el de los seres surgiendo y pasando a escala cósmica. Uno ve que ha participado en este proceso desde un comienzo inconcebible en el tiempo; uno sabe — ahora que el proceso ha sido disuelto — que ha encontrado el fin del ciclo de renacimientos. Esto es porque, al entrar radicalmente al momento presente desnudando todo aferramiento, uno en últimas sale de las dimensiones del tiempo y el presente; habiendo hecho esto, uno puede ver la totalidad de lo que significa estar en esas dimensiones.

Este punto es ilustrado en dos pasajes [§§74, 64] que expresan el contenido de la perspectiva correcta inmediatamente antes y después de la experiencia de lo Inmortal:

‘De un comienzo inconcebible viene la trasmigración. Un punto de partida no es evidente, aunque los seres impedidos por la ignorancia y engrillados por el ansia están trasmigrando y errando. El total desvanecimiento y cese de la ignorancia, de esta masa de oscuridad, es este apacible, exquisito estado: la resolución de todas las fabricaciones, el abandono de todas las adquisiciones; la finalización del ansia; desapasionamiento; cese; Desatamiento.’

‘Esto es estrés… Esto es el originamiento del estrés… Esto es el cese del estrés… Esto es la vía conducente al cese del estrés… Estos son flujos… Esto es el originamiento de los flujos… Esto es el cese de l os flujos… Esto es la vía conducente al cese de los flujos.’ Su corazón, sabiendo así, viendo así, es liberado del flujo de sensualismo, liberado del flujo de devenir, liberado del flujo de ignorancia.

Con la liberación, hay el conocimiento, ‘Liberado.’ Él discierne que ‘El nacimiento ha sido finalizado, la vida sagrada consumada, la labor hecha. No hay nada más en cuanto a este mundo’

El primer pasaje describe el acto de sabiduría que verifica los principios de la convicción. El segundo pasaje describe el acto de discernimiento/sabiduría que confirma el hecho de que las cinco facultades, al ser totalmente desarrolladas, sí conducen a lo Inmortal [§89]. Note que ambos pasajes siguen un patrón similar, aunque tratan de escalas de tiempo infinitamente distintas. Trasmigración y oscuridad, en el primer pasaje, corresponde al estrés en el segundo. Ignorancia y ansia son el originamiento del estrés, y la frase, “El total desvanecimiento y cese de la ignorancia… Destamiento,” describe el cese del estrés. El acto de discernimiento/sabiduría que ve todas estas cosas es la vía conducente al cese del estrés.

Esta repetición del mismo patrón en dos marcos distintos de espacio y tiempo en sistemas no-lineales se llama invariación de escala: el mismo proceso en dos escalas distintas [I/B]. Es uno de los rasgos más distintivos de las enseñanzas del Buddha, pues muestra cómo un insight al momento presente en la mente puede tener repercusiones en todo la participación de uno en el cosmos. El principio tras la invariación de escala de la perspectiva correcta es la condicionalidad esto/aquello: el hecho de que la participación continua de uno en el cosmos se mantiene en marcha mediante la propia contribución presente al flujo causal iniciado en el largo curso del pasado. Llegando al estado de no-creación, uno deja de contribuir al presente, y puede entonces llevar la totalidad de su participación a un fin, dejando la libertad total del Desatamiento. En este sentido, el principio de la condicionalidad esto/aquello explica la posibilidad de lograr lo Inmortal, mientras que la realidad de lo Inmortal — una vez que es logrado mediante la hábil maestría del kamma — es lo que comprueba al principio de condicionalidad esto/aquello como una descripción adecuada del proceso causal que fabrica la experiencia condicionada y que provee de una apertura a lo No-fabricado.